Cuando hablamos del presupuesto de obra, damos por hecho que nos permitirá saber las necesidades monetarias, que implican la construcción de nuestro proyecto. Sin embargo, la práctica nos muestra los contrario.
En la mayoría de los casos los presupuestos se desfasan o se obtienen resultados exagerados debido a un mal proceso de generación del presupuesto o al incorrecto control de su ejecución.
Por lo cual, para generar presupuestos de obra de manera precisa, debemos poder contar con la información técnica requerida y debe estar lo más completa y ser lo más detallada posible.
Requerimientos para la elaboración de un presupuesto de obra:
Planos de construcción con detalle de acabados.
Especificaciones técnicas que indiquen cómo se va a construir.
Conocer el proceso de construcción.
Si no contamos con la totalidad de la información requerida, no podemos hablar de un presupuesto sino de un costo estimado de obra.
En caso de falta de información técnica, el costo estimado de obra se podría calcular mediante la multiplicación del área de construcción por el valor estimado por metro cuadrado. Es importante anotar que la experiencia que se haya tenido en obras previas y el conocimiento que se pueda obtener mediante la consulta de revistas especializadas, contribuirán a un cálculo más certero del costo estimado.
Proceso para la elaboración del presupuesto
Una vez se cumpla con los requisitos anteriores, podemos abordar el proceso de elaboración del presupuesto que tiene cuatro etapas:
Primera Etapa
La primera es la definición de los items o actividades de obra y sus unidades de medida. Se trata de identificar los pequeños procesos repetitivos que conforman la totalidad de la obra. Algunas de estas actividades apuntan a procesos específicos, como por ejemplo, “el levante de un muro de bloque de arcilla No.4”. Mientras que otros aplican al proceso general de la construcción, por ejemplo, los equipos requeridos en la obra o a la nómina administrativa de la obra.
En esta primera etapa de definición de unidades, usamos el sistema métrico (Un, ml, M2, M3, KG, Día, Mes, etc), pero debe primar la unidad con la que se va a contratar o a pagar su elaboración.
Segunda Etapa
El siguiente paso es la cuantificación de las cantidades de obras, debemos crear una memoria escrita de lo que medimos y de cómo lo medimos, que nos va a permitir su revisión y, posteriormente, el control de los roles o de las actas de obras, que nos van a informar de su avance.
Tercera Etapa
Seguimos con el análisis de los precios unitarios (APU), que es el cálculo de los valores de los recursos utilizados en la construcción de una unidad de actividad. En el presupuesto reposa el valor unitario del item, pero debe existir una memoria de soporte de ese cálculo, que es propiamente el APU de la actividad.
Cuarta Etapa
La fase final del presupuesto es el cálculo matemático, resultado de multiplicar las cantidades por los valores unitarios, para obtener los valores parciales y la suma de estos para obtener el valor total. Dependiendo de la herramienta que utilicemos debe poder ser verificable. Nuestra recomendación es una hoja de cálculo o un programa de presupuestos.